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Lección 1:

El propósito de esta lección es presentar la base de la enseñanza bíblica sobre la Trinidad. En esta lección los jóvenes soldados aprenderán que creemos en un Dios trino, una UNIDAD de tres. Los cristianos no creemos en tres dioses, sino en un Dios que son tres personas separadas pero iguales. Esta verdad es finalmente un misterio, pero es el centro de nuestra fe.

Lección 2:

La Trinidad es por lo que estamos aquí. La Trinidad es la única razón por la que en primer lugar tiene sentido ser joven soldado. Esta lección resaltará las diferentes relaciones dentro de la Trinidad y cómo aquellas relaciones incluyen una invitación a participar no solo del amor a la Trinidad sino también del amor por el mundo.

Lección 3:

En esta lección vamos a aprender cómo la Trinidad obra junta como UNO para salvarnos y darnos vida plena. En otras palabras, tienen una unicidad en propósito y misión. Al examinar la doctrina tres, aprendimos cuánto misterio está involucrado en las enseñanzas que tenemos con respecto a la Trinidad. Es útil reconocerlo, y no tratar de definir todo para sus jóvenes soldados. Dios usa estas porciones de misterio en toda la Escritura para ayudarnos a crecer en nuestra fe.

Lección 4:

En esta unidad, estamos aprendiendo a ver la Trinidad como el centro de nuestra fe cristiana. Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo conforman lo que llamamos Trinidad, porque son tres personas, pero un solo Dios. Hemos aprendido que ellos obran como uno para salvarnos y darnos vida plena. En esta lección, deseamos concluir nuestro estudio de la Trinidad, comprendiendo que todas las tres personas de la Trinidad son igualmente grandiosas y merecen nuestra adoración.

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PDF Módulo 4 Unidad 2

Lección 1:

En esta unidad, vamos a aprender sobre el movimiento del Ejército de Salvación. Haremos preguntas como ¿Qué lo mueve, cómo se mantiene en movimiento y cuál es mi rol cómo joven soldado en el movimiento del Ejército de Salvación? En la lección 1, vamos a analizar la idea de que ser joven soldado no se trata simplemente de usar un uniforme o adoptar al Ejército de Salvación como iglesia. Es más bien declarar que son discípulos de Jesús y le están siguiendo de una forma similar a la de un soldado. Ser un joven soldado se trata de saber hacia dónde va Jesús, unirse a Él y seguirlo.

Lección 2:

Entonces, ¿qué es exactamente la santidad y qué dicen las Escrituras sobre ella? Erwin Lutzer dice lo siguiente:

“La santidad, cuando se aplica a Dios, significa que Él es ‘separado’ de Su creación; Él es ‘completamente otro’, a diferencia de todos o todo lo que ustedes y yo conocemos. Cuando se aplica a nosotros, significa que somos ‘separados para Dios’. O sea, somos separados de los valores y pensamientos del mundo; somos cada vez menos tolerantes con el pecado y cada vez más dependientes de Cristo, quien nos representa ante el Padre y cumple en nuestro nombre el máximo estándar de Dios en cuanto a santidad”. 1

Así como Jesús nos llama a ser santos, el Ejército de Salvación es parte del Movimiento de Santidad. Si paramos de buscar la santidad de Dios, vamos a dejar de ser el Ejército de Salvación. Es importante que esta lección no solo enseñe el concepto de santidad a nuestros jóvenes soldados, sino que ellos también puedan ver la importancia del Ejército de Salvación como parte del Movimiento de Santidad.

1 Lutzer, Erwin W. Covering Your Life in Prayer: Discover a Life-Changing Conversation with God. (Eugene, OR: Harvest House Pub., 2013), 41

Lección 3:

Entre a casi cualquier santuario del Ejército de Salvación y al frente, en el mismo centro (comúnmente abajo y en frente del púlpito) estarán el banco de misericordia y la mesa de santidad. Espere hasta que el lugar esté desocupado y lleve a los jóvenes soldados a un recorrido para que puedan ver el banco de misericordia y la mesa de santidad ¿Qué son? y ¿Por qué son importantes? Vamos a buscar algunos versículos de la Escritura sobre ellos, aprender cómo el Ejército de Salvación está ligado a ellos y ver por qué deberíamos comprometernos en nuestras vidas a encontrarnos con Dios en el banco de misericordia y en la mesa de santidad.

Lección 4:

Dependiendo del Cuerpo del Ejército de Salvación, los jóvenes soldados pueden o no estar en las reuniones de santidad de los domingos en la mañana. Si no van, los maestros pueden planear ir al banco de misericordia con su grupo, en otro momento, o pueden hacer arreglos para asistir a la reunión o a un servicio especial. La clave es hacer del banco de misericordia una parte de la actividad espiritual de los jóvenes soldados.

¡Que sorprendente sería que nuestros jóvenes soldados se convirtiesen en guerreros de oración en nuestro Cuerpo! Tal vez puede llevar a la clase entera a la capilla, para practicar usando la guía de bolsillo que se encuentra en las Hojas de Actividades N°1-2 mientras que oran en el altar. Póngalos a orar unos por otros, haciendo representaciones para que adquieran práctica y aprendan que la oración por los demás es una parte importante de la vida cristiana.

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PDF Unidad 3

Lección 1:

Estas lecciones sobre la historia del primer Ejército de Salvación nos inspiran a todos a recuperar la juventud y el vigor que tuvo nuestra iglesia en sus comienzos. En esta lección, vamos a aprender sobre Kate Shepherd quien a los 17 años ya ofrecía el ministerio a toda una comunidad. Si ayudamos a nuestros jóvenes soldados a entender que asimismo Dios puede obrar a través de ellos, nada impedirá que esta generación de jóvenes haga cosas valientes para Jesús.

Lección 2:

La historia de Elijah Cadman nos muestra que Dios puede usar a cualquiera para cumplir Sus propósitos.

Lección 3:

Josef Korbel es un ejemplo moderno de un hombre que fue salvado por Jesús, se convirtió en oficial del Ejército de Salvación y luego fue perseguido por su fe. Que estos gigantes de la historia del Ejército de Salvación nos inspiren a ser valientes sobre nuestra fe en Jesús.

Lección 4:

Samuel Logan Brengle fue uno de los primeros grandes personajes del Ejército de Salvación. Gracias a su rendición completa ante Cristo, tenemos un ejemplo de santidad.

PDF Unidad 4

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Lección 1:

La santidad es un tema que solemos comenzar a explorar en los cadetes locales. No obstante, es útil introducir el concepto a una edad mucho más temprana para que los jóvenes soldados comprendan lo que Dios quiere de nosotros. Es común que el proceso de llegar a ser santo se describa como vivir apartado y solo para trabajar con Dios. Sin embargo, si les enseñamos sobre la santidad de Dios y cómo esa misma santidad vive en nuestras propias vidas, podremos desplegar un ejército de jóvenes soldados que luchan por la pureza y el honor en sus hogares, escuelas y comunidades.

Lección 2:

A medida que profundicemos en la santidad y en lo que significa para los soldados jóvenes, debemos asegurarnos que enseñamos sobre nuestra vida interna y externa. La santidad solo puede tener lugar cuando permitimos que el Espíritu Santo entre en nuestras vidas y cambie nuestra manera de pensar, sentir y actuar. Seamos cuidadosos y al enseñar sobre la santidad, no nos centremos en las cosas negativas que Dios no es, sino que señalemos a nuestros jóvenes soldados todas las cosas que Dios sí es. De esta manera, podemos enseñar que la santidad no es simplemente el manejo del comportamiento, sino una obra del Espíritu Santo dentro de nosotros.

Lección 3:

El Espíritu Santo es el miembro más complejo de la Trinidad. Al enseñar sobre la santidad, es importante que los jóvenes soldados sepan que no están solos, sino que pueden invocar al Espíritu Santo para que continúe la obra en sus corazones y en sus vidas.

Lección 4:

Samuel Logan Brengle escribió: “No dejes que tu corazón se cargue con la idea de que debes hacer todo por ti mismo. En esto, como en todo lo demás, solo eres un trabajador junto con Dios. Él te ama más que una madre ama a su pequeño hijo y Él te ayudará a mantener la bendición (de la santidad). Recuerda que la bendición (de la santidad) es simplemente el resultado de que Él vive en tu corazón y no debes pensar tanto en mantener la bendición (de la santidad) sino en mantenerlo a Él”.1

Al terminar esta unidad sobre la santidad, es útil establecer algunas disciplinas que podrían ayudar a nuestros jóvenes soldados a desarrollar prácticas que los ayuden en su crecimiento como discípulos de Jesús. Es importante que no enfaticemos que nuestra salvación depende de estas cosas. Jesús nos salva a todos, no por lo que hemos hecho.

Después de pedirle a Jesús que entre en nuestros corazones, Dios obra en nosotros para hacernos santos. Es Su obra lo que nos salva y Su obra nos hace santos. Estas prácticas nos ayudarán a acercarnos a Él para que Su obra se materialice.

1 Brengle, Samuel L. The Way of Holiness. (London: Salvationist Publishing and Supplies, 1966), 35.